NUESTROS TRATAMIENTOS
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. Ésta cambia constantemente de acuerdo con los hábitos alimenticios, los niveles hormonales, las radiaciones ultravioleta solares o de cabinas de bronceo y las sustancias que generan radicales libres de oxígeno como la nicotina del tabaco, entre otros factores.
Una particularidad de la piel es que cuenta con sistemas de auto-regeneración biológica, los cuales después de los 25 años sólo funcionan adecuadamente si el organismo está en buen estado de salud. En términos generales, esto implica:
Ingerir cantidades abundantes de fibra y antioxidantes
Restringir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares refinadas
Hacer ejercicio regularmente
No fumar
Evitar exposiciones prolongadas al sol o cabinas de bronceo
Realizarse chequeos médicos periódicos.
Para restaurar las condiciones óptimas de la piel es necesario no sólo recibir tratamientos dermatológicos apropiados para el caso de cada persona, sino también cambiar ciertos hábitos para cumplir con los seis puntos anteriores. Hacer lo contrario acelera el proceso de envejecimiento de la piel y, en un futuro, podría incrementar el riesgo de padecer cáncer cutáneo.
NUESTROS TRATAMIENTOS
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. Ésta cambia constantemente de acuerdo con los hábitos alimenticios, los niveles hormonales, las radiaciones ultravioleta solares o de cabinas de bronceo y las sustancias que generan radicales libres de oxígeno como la nicotina del tabaco, entre otros factores.
Una particularidad de la piel es que cuenta con sistemas de auto-regeneración biológica, los cuales después de los 25 años sólo funcionan adecuadamente si el organismo está en buen estado de salud. En términos generales, esto implica:
Ingerir cantidades abundantes de fibra y antioxidantes
Restringir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares refinadas
Hacer ejercicio regularmente
No fumar
Evitar exposiciones prolongadas al sol o cabinas de bronceo
Realizarse chequeos médicos periódicos.
Para restaurar las condiciones óptimas de la piel es necesario no sólo recibir tratamientos dermatológicos apropiados para el caso de cada persona, sino también cambiar ciertos hábitos para cumplir con los seis puntos anteriores. Hacer lo contrario acelera el proceso de envejecimiento de la piel y, en un futuro, podría incrementar el riesgo de padecer cáncer cutáneo.